BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
MORENA SE PULVERIZA.
Ya lo decíamos en entregas anteriores, al menos aquí en la entidad veracruzana, el partido en el poder se debilita.
Las ambiciones personales y las de grupo están llevando al negocio que regentea el tabasqueño al despeñadero.
Los pleitos internos, la soberbia de algunos y la falta de un verdadero liderazgo habrá de llevar a la derrota a dicho partido político.
El chamaco ese que hace las veces de dirigente ni de figura decorativa ha venido a servir, todos lo ignoran.
Lo anterior sin mencionar el abultado descredito que ha provocado el hijo de Atanasio a su partido, en estos cinco años.
La candidata al gobierno de Veracruz de MORENA, una zacatecana, Rocío Nahle también ha puesto su granito de arena para que lo anterior suceda. La ex funcionaria federal se ha peleado con todos, no ha mostrado voluntad de querer conciliar mucho menos de buscar el diálogo, al contrario, ya se conduce como gobernadora. Dispone, grita, impone y manotea.
El pleito que trae con Manuel Huerta puede ser de consecuencias electorales muy severas, con resultado adversos para su ambición política.
Seguramente el de Naolinco no está nada contento con la travesura que le hicieron, el haberle arrebatado, prácticamente, la senaduría, ese escaño en la cámara alta el cuál, prácticamente, ya tenía en la bolsa.
El ex perredista ya se sentía senador.
El ex perredista es de cuidado.
La confianza también habrá de ser la peor compañera de los morenos, se han dormido en sus laureles, se la han creído y se han tirado en la hamaca.
Cuidado.
Los enanos le van a crecer, la oposición tiene otros datos y por mucho que los entenados políticos del López de palacio nacional le apuesten al triunfo, el revés que pueden sufrir está a la vuelta de la esquina.
El triunfo inobjetable del 2018, es gloria pasada como también es cierto que esta vez el nombre del dueño de “La Chingada” no habrá de estar en la boleta electoral, de allí la urgencia de caminar con paso firme, de conciliar, de convenir, nada de confiarse.
El valemadrismo los va a llevar a la derrota.
Veracruz no está definido, el peroteño puede dar la sorpresa.
Claro que sí.
Provecho.