CLAROSCUROS
Acayucan, Veracruz, una presidenta y un periodista: historia delicada entre lo público y lo privado
José Luis Ortega Vidal
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La alcaldesa de Acayucan, maestra Rosalba Rodríguez Rodríguez, hizo público el temor de sufrir un atentado contra su vida.
La mañana del viernes pasado, durante una entrevista con reporteros locales, la presidenta municipal aseguró que desde un medio de comunicación -no detalló la identidad del medio ni del periodista- se atenta contra ella y su familia al vincularla indebidamente con el crimen organizado, lo que calificó de una infamia.
Voy a denunciar a la persona que me está causando un daño moral y afecta psicológicamente a mis hijos, así como a mi esposo -el ex alcalde Cuitláhuac Condado Escamilla-; soy abogada y también voy a actuar legalmente contra quien esté detrás de estos actos, sostuvo Rodríguez Rodríguez.
La entrevista con la edil acayuqueña surgió tras la captura, el domingo 28 de enero, de Victoria N”, ex directora de Desarrollo Urbano en el Ayuntamiento de Acayucan, quien fue despedida del cargo en mayo del 2023 por acumulación de faltas a su trabajo.
Victoria “N” se encuentra en el cereso Duport Ostión de Coatzacoalcos, por encabezar o formar parte de una banda de secuestradores a quienes hallaron in fraganti en una casa de seguridad del fraccionamiento “Gaviotas” de la antigua población de Puerto México.
En el lugar fue rescatado un trabajador de TELMEX por cuya liberación exigían tres millones de pesos.
El periodista Ignacio Carvajal García dio a conocer en forma exclusiva la noticia sobre el vínculo de la hoy acusada de secuestro con la administración de Rosalba Rodríguez Rodríguez.
El actual Oficial Mayor, José Manuel Martínez Martínez, aclaró al respecto que Verónica “N” dejó de prestar sus servicios en la administración local siete meses antes de su detención, en mayo pasado.
La alcaldesa no emitió declaración alguna en torno al tema…hasta la mañana del viernes primero de febrero.
Confío en las instituciones y pienso que todo se determinará con respecto a derecho en el caso de Verónica, a quien se contrató porque cumplía con el perfil para el cargo que desempeñó y luego se le despidió al no cumplir con su responsabilidad, dijo la edil.
Al paso de los días, sin embargo, se generaron una serie de publicaciones que modificaron el entorno al grado de generarle miedo y esto la condujo a ventilar públicamente su preocupación, afirmó durante la entrevista realizada en el parque Juárez, frente al palacio municipal.
Ninguna fuente del Ayuntamiento ha emitido boletín alguno, ni se volvieron a realizar declaraciones sobre el tema; no hay, entonces, una versión oficial sobre la identidad del periodista y el medio de comunicación aludidos por la alcaldesa Rosalba Rodríguez Rodríguez con respecto al temor por un ataque contra su vida o de su familia.
El mismo viernes, el periodista Ignacio Carvajal publicó un texto bajo el título: “Al pueblo de Acayucan”: en su cuenta personal de Facebook, Nacho Carvajal.
Ahí se lee:
“Cuento lo que hace algunos meses llegó a mis oídos. Los que me lo contaron, no me autorizaron poner sus nombres pero si relatar el contexto”.
Hasta aquí, el inicio del texto de Ignacio Carvajal.
Aclaro a los lectores de CLAROSCUROS: “Al pueblo de Acayucan” fue publicado poco tiempo después de la entrevista concedida por la alcaldesa Rosalba Rodríguez Rodríguez a periodistas acayuqueños.
Carvajal García hace públicas una serie de aseveraciones que rebasan los límites éticos del periodismo y se inscriben en el terreno de lo jurídico: ahí donde las personas aludidas habrán de determinar su accionar en el marco de la ley.
Rosalba Rodríguez Rodríguez declaró en su calidad de servidora pública, pero evitó dar nombres que -de acuerdo a su argumentación- se habrían guardado para presentarlos ante un fiscal o un juez.
Ignacio Carvajal, a su vez, evidentemente toma la palabra en calidad de aludido en este contexto, al escribir en el párrafo catorce del escrito dirigido “Al pueblo de Acayucan”:
“Y lo sabes bien, Paloma, no te salgas por la tangente acusando violencia política de género, ahora resulta que cuestionar a un servidor público, es violencia política por que eres mujer”. (sic).
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Un caso singular el narrado aquí.
La alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez Rodríguez y el periodista Ignacio Carvajal García, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la UV, exponen públicamente sus afirmaciones:
– Él, con respecto a la detención de Verónica “N” y referentes hacia el asesinato del ex presidente del DIF municipal, Clemente Nagasaki Condado Escamilla, en mayo del 2022.
– Ella, con respecto a su victimización de la que responsabiliza a un periodista y un medio de comunicación a los que acusa de infamantes y falsos.
La presidenta municipal apunta un punto delicado decantado al ámbito privado: el miedo por un posible atentado contra ella y su familia, a partir de afirmaciones de un periodista -hoy sabemos que se refiere a Ignacio Carvajal- y su medio de comunicación -hoy sabemos que se trata de la cuenta de Facebook signada como Nacho Carvajal.
Más aún: la presidenta apunta a la existencia de alguien detrás de las acciones de Ignacio Carvajal García.
El periodista en su cuenta de Facebook ventiló trabajos periodísticos de su autoría donde alude a la maestra Rosalba Rodríguez Rodríguez.
Trabajos periodísticos a los que sumó la misiva “Al pueblo de Acayucan”.
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Entre lo privado -la opción de la edil de presentar una denuncia- y lo público -acuda o no ante la Fiscalía, al tratarse de una presidenta municipal temerosa por el accionar de un periodista, el tema en automático está manos de las autoridades responsables de la procuración de justicia en el estado y de la estructura administrativa y de orden política en la entidad- nos resta conocer el posicionamiento del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la Secretaría de Gobierno en manos de Carlos Juárez Gil.
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Hay una presidenta municipal que teme por su vida: ¿cuál es la postura del Estado?
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“Al pueblo de Acayucan” de Ignacio Carvajal constituye un texto elaborado desde lo privado y dirigido a un ente subjetivo: el pueblo de Acayucan, pero objetivo al mismo tiempo: la sociedad de uno de los 212 municipios veracruzanos donde existe un orden, un Ayuntamiento, una ley y una continuidad de lo que los estudiosos de la ciencia política definen con Contrato Social y estado de Derecho.
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Ha circulado profusamente la misiva de Carvajal García en las redes sociales de Acayucan.
El pueblo acayuqueño está enterado de lo escrito y afirmado por el ciudadano Ignacio Carvajal.
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Con el amor que le tengo a mi tierra, Veracruz, y el cariño profundo que guardo por Acayucan, comparto una reflexión al observar una sociedad civil más interesada en el morbo que en su participación responsable en una historia que la incluye.
No sólo por tratarse de una carta dirigida “Al pueblo de Acayucan”, o por las declaraciones sumamente delicadas de la alcaldesa, sino porque aspiramos a un desarrollo social y democrático donde situaciones como la narrada en este CLAROSCUROS nos exponen crudamente las ventajas y desventajas de la libertad de expresión.
Sus límites están marcados por la ética y los valores -la moral-.
Sin ellos, no es posible desarrollo social alguno.
Ocurre que los asuntos privados se deben atender en ese ámbito, incluyendo la secrecía jurídica, porque involucran sólo a particulares.
En cambio, los asuntos públicos nos involucran a todos como sociedad y al respecto estamos obligados a ser responsables: ya sea como lectores, como testigos, como ciudadanos, como seres demócratas.
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Es importante aguardar por el desarrollo de estos acontecimientos y desear que su destino les permita arribar a buen puerto.