Alfredo Quezada Hernández.
LOS PRIISTAS QUE SUEÑAN CON XALAPA.
Para el tricolor suena más que difícil lograr el triunfo en municipios grandes como Xalapa.
Vaya ni el más pintado de los rojos se levantaría con la victoria en estos momentos en que la efervescencia guinda aun está presente. Muchos valientes han alzado la mano, pero varios de ellos son inteligentes y reculan al instante, se retiran, “muestran cordura” y dejan las aspiraciones para mejor momento.
Total tiempo es lo que sobra.
Uno de los que asomó la testa fue un tal Américo Zúñiga, un ex funcionario fidelista, ex diputado local, ex alcalde y candidato perdedor a la diputación federal. Actual mozo de espadas de un tal Pepe Yunes y manipulador, perdón manejador de Román Moreno, un ingenuo aspirante a la alcaldía xalapeña.
Américo es un priista al que se la ha dado todo en bandeja de plata, un priista qué no ha sudado la camiseta, un junior de la política veracruzana “gracias a papi”, un tipo que no hizo ni hará mayor esfuerzo por su partido, es un verdadero vale madre disfrazado de político. Hábil como es, Américo habrá de esperar los tiempos para brincarle al poder.
Otro que ha alzado la mano es Silvio Lagos Galindo, otro junior de la política, un tipo insípido, soberbio, que se siente tejido a mano.
Una estrella fugaz en el ámbito político estatal.
Silvio al igual que el tal Américo, no ha hecho mayor trabajo partidista. Su nube rosa la vivió en el fidelato, en ese sexenio casi, casi fue vice gobernador o al memos así se sentía.
La sombra que lo cobijaba era amplia absoluta por lo tanto él sentía merecer todo.
Ahora, ya huérfano político, solo logra dar tumbos, bandazos y un claro ejemplo es su ambición por gobernar Xalapa.
Silvio no gana pero ni es su casilla, así de sencillo.
Por cierto, hace unas semanas un monosabio del tal Américo Zúñiga, uno más de esa retahila de chamaquitos qué tenía a su lado cuando fue alcalde, y a los que traía bien vestiditos, mostró su ambición por ser alcalde de Xalapa, pero sabiamente y “mostrando cordura” a las pocas horas declinó y ahora será regidor.
Su nombre ya usted lo conoce o al menos lo recuerda ya que formó parte de la corte real de chamaquitos qué rodeo el entonces alcalde.
El tricolor sin mayor esperanza de triunfo. Sin nada que ofrecer al electorado, arrastrando una estela de corrupción, de vicios y mañas que poco a poco lo fueron enterrando sin que nadie previniera lo que ahora está viviendo.
El PRI construyó Veracruz, el PRI tambien destruyó Veracruz.
Provecho.